• diciembre 12, 2017

¿Por qué en Coaching no damos consejos?

Cómo evitar situaciones comprometidas

¿Por qué en Coaching no damos consejos?

¿Por qué en Coaching no damos consejos?

Los Coaches no damos consejos en nuestras sesiones porque, en contra de lo que muchos piensen, el Coaching no es un proceso de consultoría. No importa lo que opinemos, los únicos protagonistas del proceso son nuestros clientes: los Coachees.

Dar consejos no forma parte de nuestro trabajo, sin embargo, si forma parte de un falso mito bastante extendido: un Coach es también un consultor o un experto en alguna materia, o en muchas materias para algunos. Me acuerdo una vez, escuchando música, en la que alguien se sorprendió de que no conociera al autor que oíamos en ese momento y me dijo: “No entiendo que no sepas esto y te puedas dedicar al Coaching”. Pensé, ¿Qué entenderá por ser Coach? ¿Y el Coaching?

Pero nada más lejos de eso. Para hacer Coaching profesional y de calidad, sólo es necesario ser experto en Coaching, que no es poco. Lo que supone comprender su ética y deontología y ser capaz de aplicarlas y hacerlas aplicar adecuadamente.

Qué motivos tenemos para no dar en Coaching consejos

El Coaching es un proceso de acompañamiento reflexivo y creativo de gran efectividad, una metodología contrastada que inspira a los clientes para que maximicen su potencial personal y profesional. Cuando por error damos un consejo, dejamos de hacer coaching, porque al hacerlo, sólo conseguimos que nuestro cliente pierda autonomía, creatividad y deje de ser responsable de encontrar su solución.

El coaching es un ejercicio muy potente de introspección, de darse cuenta, de asumir responsabilidades y de pasar a la acción.  Si no hay acción, no hay Coaching. Y esto no se consigue con un simple consejo.

Las instrucciones no suelen ser muy útiles. ¿Acaso no sabemos qué necesitamos hacer para perder peso o estar en forma?, ¿necesitamos consejos?, ¿saber algo que no sepamos? Si no lo sabemos, conseguir información es muy fácil, pero el que lo sepamos no es suficiente para hacerlo, para “pasar a la acción”, para empezar a hacer cosas diferentes. El hecho de que conozcamos la teoría no significa que estemos en condiciones de aplicarla. Es necesario que esa necesidad y esa solución surja de uno mismo. Y para ello nada como esta magnífica metodología: el Coaching.

Los Coaches sabemos que los clientes tienen sus propias respuestas y que nuestro papel es crear un espacio donde pueda aflorar toda su sabiduría, esa que le permita asumir la responsabilidad y actuar.

Qué dice la neurociencia sobre dar consejos

En una investigación sobre la relación entre consejo financiero y toma de decisiones realizada en 2009 por Jan B.Engelmann, C. Monica Capra, Charles Noussairy Gregory S. Berns,  se pone de manifiesto que el cerebro “se libera” mientras está recibiendo un consejo. El cerebro adopta una posición neutral y “el consejo no penetra en el neocórtex” cuando se está dando.

Cuando damos consejo, participan fundamentalmente las partes racionales del cerebro. Sin embargo, para que haya una implicación total del cliente en la toma de decisiones,  para que asuma la responsabilidad y pase a la acción, deben estar presentes tanto las partes emotivas como las sensoriales.  La emoción es lo que nos lleva a la acción. Si no hay emoción no hay acción.

Que dice la Psicología Humanista al respecto

Puede que no sea fácil entender esta actitud sino se conocen algunos de los fundamentos teóricos de la Psicología Humanista en el Coaching.

La Psicología Humanista es una de las corrientes de pensamiento más importantes de la psicología. Desde ella, gente como Abraham Maslow (con su popular Pirámide de Maslow) o Rollo May defendieron una visión del ser humano, según la cual todos somos capaces de convertirnos en el tipo de personas que deseemos. Los psicólogos humanistas como Carl Rogers propusieron algunas ideas sobre los procesos mentales en los que se enfatiza la libertad de los individuos a la hora de tomar el rumbo de sus vidas.

En concreto, Carl Rogers defiende que la personalidad de cada uno se desarrolla según el modo en el que consigue ir acercándose a (o alejándose de) sus objetivos vitales, sus metas. Esta característica tiene que ver con la tendencia a asumir que es uno mismo quien ha de otorgar sentido a las experiencias que se viven en cada momento, a través de un proceso de creación de significado. Por lo que es necesario fiarse del propio criterio y de la propia manera de tomar decisiones por encima de cualquier otro referente.

Este modo de ser creativo e innovador de la personalidad, teorizada por Carl Rogers, hace que las personas seamos capaces de encontrar nuevas opciones de comportamiento donde aparentemente solo hay unas pocas.

Cómo evitar situaciones comprometidas en Coaching

Aunque dejemos bien claro tanto de palabra como por escrito:

“En ningún caso ofreceré soluciones concretas a casos o supuestos específicos, que deberán ser resueltos en su totalidad por el/la Coachee y bajo su exclusiva responsabilidad. Por el contrario, facilitaré a mi Coachee preguntas que le permitan tomar decisiones y clarificar e identificar nuevos escenarios de acción acordes con los objetivos planteados” (Ref. Modelo de contrato Coachycom)

Suele ocurrir que nuestro cliente, en algún momento de la sesión de coaching nos pregunte directamente “¿qué crees que debo hacer?, especialmente cuando sale algún tema que sabe que por tu profesión o experiencia conoces. En mi caso, me suelen pedir consejo sobre Psicología, Recursos Humanos, Productividad y sobre todo de Selección. Reconozco que me resulta muy difícil no contestar (dejar mi ego fuera).

¿Qué suelo hacer en estos casos?
  1. Alguna vez he hecho un paréntesis dentro de la sesión que no sé hasta qué punto no he despistado o relajado a mi coachee.
  2. En algunos casos, hago comentarios  generales sin ofrecer respuestas o consejos específicos al cliente. Por ejemplo: “Sé que en determinadas ocasiones otros han hecho … “, o “Sé que algunas personas lo han hecho de esta manera y otras de esta otra”. Me limito a ofrecer algunas experiencias de aprendizaje que le puedan servir para ampliar su mirada y siga siendo responsable de sus decisiones.
  3. Otras veces les propongo sacar el tema fuera de sesión o en otro entorno diferente al coaching. En ese caso, dejando muy claro que respondo desde otro papel, como Consultora o a título personal pero no como Coach.
  4. En la mayoría de los casos, procuro responder con otras preguntas que sé que les van a incomodar (pido permiso para ello) pero que en definitiva son las que les van a permitir alcanzar los resultados que esperan conseguir.

Así que, la próxima vez que le preguntes a tu coach «¿Qué crees que debería hacer?» y te responda con otra pregunta que te obligue a reflexionar, a aumentar tu conciencia y responsabilidad, no pienses que “se está escaqueando” simplemente está haciendo Coaching profesional y de calidad.

¿Qué haces tú en esos casos? Te animo a que lo compartas o ampliéis con algún comentario.

¡Hasta la próxima!

Belén San Miguel

En Coachycom acompañamos a las personas desde un espacio seguro y confidencial, telefónico, telemático o presencial para que desarrollen su potencial. Nuestros clientes nos dicen que sus sesiones de Coaching les han servido para gestionar sus emociones, tomar decisiones y adaptarse mejor a los cambios. Y, sobre todo, para sentirse más felices y con más confianza en sí mismos.  ¿Te apetece probarlo? Únete ahora y consigue una sesión de prueba gratuita.

2 comentarios
  • Paco febrero 11, 2018 at 4:47 pm

    Belén me encanta que aclares este tema del Coaching, porque yo he pasado por esa cuestión o duda y he encontrado gente que vendiéndose como Coaching o empresa de… al final lo que ocurre, al contrario que en tu caso, terminan siendo meros consultores. Ellos lo hacen todo por ti, de forma que cuando terminas el proceso de «Coaching «, si es que ha existido en algún momento, te encuentras desvalido y sin recursos (Todo te lo han dado ya hecho). Por ello apoyo la idea de que sea un proceso de ayuda, que te haga desarrollar lo mejor de ti, y que finalmente funciones de forma autónoma. Al fin y al cabo, en la vida «real,estamos solos ante el peligro.

  • coachycom febrero 11, 2018 at 9:24 pm

    Muchas gracias Paco por tan magnífica aportación y testimonio.
    Me quedo con lo de «funcionar de manera autónoma». Nada como fiarse del propio criterio y de la propia manera de tomar decisiones por encima de cualquier otro referente o «consultor experto».
    Un abrazo y gracias de nuevo por compartirlo

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