• septiembre 10, 2013

¿Qué tienen en común o diferente un Coach con un Entrenador?

“Coach vs Entrenador”

¿Qué tienen en común o diferente un Coach con un Entrenador?

Se trata de una pregunta muy recurrente que esta vez he querido contestar con detenimiento, pues me la hizo alguien a quien admiro por su dedicación y entrega en fomentar la práctica del deporte entre los más jóvenes y a quien aprecio mucho.

Antes de entrar en la distinción “Coach vs Entrenador”, quiero aclarar a que me voy a referir con “Coach” y con “Entrenador” en cada caso. También decir que utilizo el masculino genérico sólo por agilidad y que me refiero siempre a ambos géneros.

La palabra Coach procede del nombre que se le dio a un  carruaje del siglo XV, que se utilizaba en la ciudad húngara de Kovs, con un sistema de suspensión muy cómodo. El término Kovs pasó al inglés como coach y al español como coche. En Inglaterra, se utilizó para nombrar  al carruaje y de ahí a los tutores que aprovechaban ese trayecto en coche con sus alumnos para ayudarles en sus tareas escolares. A partir de 1850, se empezó a utilizar el término coach en las universidades inglesas para referirse a la figura del entrenador o tutor, primero académico y posteriormente deportivo.

A partir de los 60, se aplicó a programas educativos en Canadá y a partir de los 80, para referirse a una profesión con formación y credenciales específicas. La ICF (International Coach Federation), principal asociación profesional a nivel mundial con presencia en más de 100 países, define la profesión como “una relación profesional continuada que ayuda a obtener resultados extraordinarios en la vida, profesión, empresa o negocios de las personas. Mediante el proceso de coaching, el cliente profundiza en su conocimiento, aumenta su rendimiento y mejora su calidad de vida”.

En los diccionarios de Inglés encontramos distintas traducciones o significados de la palabra coach: “coche, diligencia, carroza, vagón, entrenador, preparador, instructor, tutor, profesor particular…”. Todos ellos referidos a diferentes contextos y con diferentes fines, de ahí también su confusión. Otra pregunta sería: Si tenemos tantas palabras en nuestro propio idioma para referirnos a “coach”, ¿por qué no las utilizamos?. Pues precisamente por eso, para evitar confusiones y para usar un concepto único, global y reconocido a nivel mundial. En este sentido, se utiliza internacionalmente la palabra Coach para referirse al profesional que ejerce lo que desde los 80 se convirtió en esa profesión: el Coaching. Y ese es el significado que utilizo en este artículo.

En cuanto a Entrenador, me refiero al término más extendido, por su gran difusión en los medios: el utilizado en el mundo del deporte. Y en concreto, a la figura más tradicional del “entrenador físico” o “entrenador deportivo”. En los últimos años, el entrenamiento físico ha ido perdiendo dogmatismo, por lo que quiero aclarar que me referiré al entrenador más tradicional, el instructor, el más centrado en la enseñanza de la técnica. No me refiero a un Coach deportivo sino a un entrenador clásico.

Por un lado, ¿En qué se diferencia un Coach deportivo o un Coach empresarial? Desde mi punto de vista, los dos son Coach y comparten la misma metodología. Se diferencian simplemente en el ámbito en el que actúen, el deportivo o el empresarial. De hecho, la metodología del Coaching comenzó en el ámbito deportivo, con el psicólogo Coleman Griffith una de los primeras personas que se acercó a la psicología del deporte desde una perspectiva científica para acometer las labores de entrenamiento, en 1925 escribe el libro titulado “La Psicología y su relación con la competición deportiva” (Psychology and its relations with ahtletic competition). Posteriormente, el pedagogo, entrenador y deportista Timothy Gallwey, la llevó y desarrollo en el mundo empresarial junto con John Whitmore.

¿Qué tienen de diferente un Coach y un Entrenador?

Entonces, ¿Qué tienen de diferente un Coach y un Entrenador? Podemos decir que el Coach es un entrenador mental. El Coach sabe que los obstáculos internos suelen ser mayores que los externos. Cualquiera que haya tenido uno de esos días en que no ha dado una al derecho, sabe a lo que me refiero. El Coach sabe que si ayuda al jugador o cliente (a su Coachee) a eliminar o reducir los obstáculos internos de su rendimiento, esté descubrirá una capacidad natural e inesperada de aprendizaje y desempeño y no necesitará una gran aportación técnica por parte de su Entrenador. En cambio, el Entrenador tiene más de instructor que de facilitador, se centra más en enseñar la técnica. El Entrenador se diferenciará del Coach en la medida en que se sienta tentado a enseñar y a decir a los demás que hagan algo de la manera en la que él lo aprendió o de la manera en la que lo dice “el manual”.

En palabras de John Whitmore, dejar de enseñar puede ser más difícil que aprender a entrenar. Pero, puesto que no hay dos cuerpos o dos mentes iguales ¿Cómo puedo decir a cada uno la mejor manera de usar los suyos? Eso es algo que sólo podemos descubrir cada uno de nosotros. Lo que no quiere decir que nos tengan que dejar solos. Con nuestros propios recursos, necesitaríamos toda una vida para volver a inventar la rueda o desarrollar métodos efectivos, pues nuestro nivel de conciencia habitual es bastante bajo. La labor facilitadora o catalizadora del Coach se hace indispensable en la medida que nos abre muchas puertas al autodescubrimiento y a la mejora continua.

El Coaching consiste en liberar el potencial de las personas, ayudándoles a aprender en lugar de enseñarles como lo haría un entrenador tradicional, porque parte de la premisa de que la enseñanza a través de instrucciones entorpece la capacidad natural e innata de aprendizaje. Al fin y al cabo, ¿Cómo aprendimos a andar?

En ambos, Entrenador o Coach, el objetivo es mejorar el rendimiento, la cuestión está en ¿Cuáles son las diferentes formas de hacerlo? 

Y si te ha gustado, compártelo o añade algún comentario ¿Cuál sería para tí la mejor forma de hacerlo?

¡Hasta la próxima!

Belén San Miguel

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2 comentarios
  • Paco abril 21, 2017 at 7:52 pm

    A mi personalmente me agrada y gusta mas la sistemática empleada en Coaching (Creo que lo digo bien), prefiero aprender y ser yo quien desarrolle su capacidad para mejorar.
    La formacion a través de técnicas ya establecidas,como haría el entrenador creo están para determinados casos, si el entrenador te aporta su experiencia. Tú puedes aprender de el. Pero pienso que es mas limitado. Conozco amigos y conocidos que no se han adaptado a un entrenador por que las técnicas empleadas. No se si puede ocurrir igual con un Coach. Imagino que tambien.
    Creo que influye en como te ira con uno u otro el profesional con el que trabajes y su experiencia,
    Un saludo a todos.

  • coachycom abril 23, 2017 at 8:43 am

    Totalmente de acuerdo Paco, el profesional y la experiencia hacen mucho. Y, sobre todo. creo que el éxito está en acertar con la metodología a emplear, con cada uno y en cada momento. El Coaching no vale para todo, al igual que el entrenamiento tradicional, el mentoring, la consultoría o la formación. Cada una cumple su función y todas son herramientas muy valiosas si realmente se adaptan a las necesidades del momento.
    Muchas gracias por tu comentario. Me alegra saber que te gusta la sistemática del Coaching (lo has dicho muy bien).
    Un saludo a todos

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