No nos podemos quedar indiferentes ante este tipo de noticias “Los problemas de salud y bienestar se han agudizado con la crisis. El estrés laboral afecta a un 60% de los directivos en España: los directivos españoles son los sextos más estresados del mundo y los segundos en Europa; el 80% del bajo rendimiento está asociado a fatiga laboral; y las principales enfermedades asociadas a los directivos presentan tres factores de riesgo principales (estrés, escasa actividad y nutrición subóptima)”, del artículo Europa se centra en la salud laboral
Es evidente que vivimos asediados por múltiples y variados factores estresantes. Y además, desgraciadamente, el estrés alimenta el estrés. Cuanto más preocupados estamos, más fácil es que lo más mínimo nos afecte. También está demostrado que cualquier preocupación merma nuestra capacidad para pensar con claridad, para aprender, rendir y ser productivos. Al no conseguir los resultados, la tendencia natural es dedicar más horas y más esfuerzo pero ¿De dónde sacamos esas horas, a veces tan improductivas? De las horas de descanso, de diversión, de cuidarnos… lo que hace a su vez que nos estresemos todavía más.
Aunque el estrés sea algo que se haya agudizado por la crisis económica, el estrés no es inherente a ella. Surge del significado que le damos cada uno a lo que nos está tocando vivir de esta situación. Por lo que elegir de un modo consciente un nuevo significado es el primer paso para superar el estrés y sus efectos negativos. Los coaches partimos de la premisa de que toda persona tiene la sabiduría interna y capacidad natural necesaria para evitar dejarse arrastrar por las frustraciones y los miedos o mantener la calma y la inteligencia, en medio de las dificultades. Es desde aquí desde donde algunos profesionales acompañamos a nuestros clientes para que recuperen su equilibrio de vida y mejoren su productividad y bienestar. Les acompañamos para que tomen conciencia de lo que les está ocurriendo, asuman la responsabilidad de cambiar lo que está en sus manos y actúen para encontrar el equilibrio. Para que tomen las riendas de su vida y sean ellos quienes elijan en cada caso acelerar los motores para afrontar un problema y frenar para descansar y relajarse.
Si de verdad queremos apostar por la salud laboral durante “la crisis”, será necesario desarrollar esta aptitud: Aprender a vivir sin estrés en medio de los conflictos que nos rodean. El estrés es una respuesta natural y valiosa de nuestro organismo, que no tiene por qué ser un problema, cuando mantenemos el control de lo que está sucediendo a nuestro alrededor, de lo que hacemos, de lo que nos decimos y el significado que le damos a las cosas. Parafraseando a Epícteto, quien ya hablaba de esto en el Siglo I, “No son las cosas mismas las que nos perturban, sino las opiniones que tenemos de las cosas”.
¡Cuántas veces nos
perturban hasta las circunstancias favorables! No tenemos más que ver lo mucho que nos estresamos incluso cuando practicamos actividades para relajarnos y divertirnos.
Hace unos días, salimos un grupo de amigos a hacer una georuta por el monte. Era un día soleado, de estos espléndidos que hemos disfrutado en octubre. Las vistas durante todo el recorrido eran impresionantes y, lo más importante, estábamos rodeados de buenos amigos. En esos momentos teníamos todo lo necesario para pasarlo de maravilla, relajarnos y divertirnos pero algunos rostros reflejaban algo muy distinto: concentración, preocupación y tensión ¿Cuál era el propósito para cada uno de esa salida al campo? Cada uno pudo elegir entre ir a contra reloj, centrarse en problemas pasados o futuros o disfrutar del momento, de las conversaciones con los amigos o simplemente desconectar de todo y gozar de la naturaleza ¿Qué significado le dábamos cada uno a lo que estábamos haciendo? Hasta en estos casos, el significado que la sociedad o el grupo le dé a los acontecimientos ejerce una influencia de la que no somos siempre conscientes que al final es la que acaba imponiéndose.
Si no queremos dejarnos llevar por las circunstancias, es importante recordar nuestra intención “hoy he venido aquí para….”. Pues elegir de forma consciente el significado que le queremos dar a las cosas es el primer paso para superar el estrés y sus efectos negativos.
Existen muchas estrategias externas para combatir el estrés como hacer ejercicio, pasear, practicar la respiración profunda, etc. Pero hasta esas estrategias externas solo son efectivas cuando practicamos bien la interna: apreciar y disfrutar la vida pase lo que pase.
Muchos vivimos como si la vida fuera un ataque continuo. Nos enfrentamos constantemente a nuestros proyectos y tareas diarias y vemos amenazas y enemigos por todas partes. Vivimos en un estado permanente de alerta, en un lugar que nosotros mismos nos hemos creado y nos convertimos en nuestros propios generadores de estrés. Pero vivir a la defensiva nos lleva muy lejos y pone el riesgo lo más importante, nuestra vida.
El doctor Edd Hanzelik que lleva más de dieciocho años junto a Timothy Gallwey buscando una solución práctica para el problema del estrés, ha tenido mucho éxito enseñando a sus pacientes a practicar este ejercicio al que llama “las cuatro erres: Reposo, Reflexión, Relajación y Recreo”. Comentan que al principio a la mayoría le cuesta entender que no sólo se trata de actividades agradables de entretenimiento y diversión, sino que se trata de factores esenciales para la vida y la salud y que muchas veces necesitamos pasar por una experiencia crítica física para ser capaces de verlo.
Es increíble la cantidad de coachees (clientes en entrenamiento de coaching) con estrés y trastornos físicos que creen que no disponen de tiempo para dedicárselo a ellos mismos. Y es natural, porque al final están empleando mucho tiempo lidiando con la consecuencias negativas de su estrés. Tampoco se dan cuenta de lo mal que están, ni de que están poniendo en riesgo lo principal y también el principal activo de su empresa por la que tanto luchan: su vida y su salud.
Si quieres dedicarte tiempo a ti mismo y tu bienestar, te invito a que practiques este ejercicio: “Reflexiona sobre las 4 R”
- Escribe en un papel tus métodos preferidos de Reposo, Reflexión, Relajación y Recreo. Puedes incluir los descansos, deporte, juegos o simplemente tumbarte, las conversaciones que no tratan de trabajo/economía y otras actividades.
- Fíjate en el tiempo aproximado que le dedicas a cada una de las cuatro erres.
- ¿El tiempo que le dedicas es el adecuado?
- ¿Alguna insuficiencia en alguna de las 4?
- ¿Cuáles son las consecuencias?
- ¿Qué acción podrías tomar para corregirlas?
Recuerda que tienes la facultad de elegir valorar y proteger tu vida y vivir en equilibrio, incluso cuando tu mundo exterior se encuentre en crisis.
¿Esperas cambiar y quieres hacerlo?… ¿Cómo? Con el entrenamiento de un coach profesional. Mi misión como Coach es acompañarte en ese camino. ¿Dispones de tiempo para dedicártelo a ti mismo?
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¡Hasta la próxima!
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