La procrastinación es uno de los peores enemigos de la productividad y de ahí la importancia de plantarle cara y actuar.
Si la dilación es el enemigo de la productividad; entonces, para mejorar la productividad lo mejor será combatir la procrastinación. Pero, por desgracia, nos solemos mentir a nosotros mismos — y en ocasiones a otros, diciendo cosas como, “Sé que voy a tener más ganas de hacer esto mañana”, “En cuanto termine con esto me pongo con eso” o “Sé que trabajo mejor bajo presión y que en el último momento.. “. Y esto no es necesariamente un problema de gestión del tiempo, esto es una cuestión de autorregulación.
Este hábito es tan malo, que se estima que el 40 por ciento de las personas que han experimentado alguna pérdida financiera se debió a ello. Procrastinar no es más que sabotearnos a nosotros mismos para aplazar lo importante, incluso cuando nos creemos que estamos siendo muy productivos por el hecho de estar haciendo otras muchas cosas que, en el fondo, simplemente anteponemos para no hacer lo importante.
La buena noticia es que la procrastinación es un hábito y como tal, se puede eliminar.
Aquí verás algunos pasos que te ayudarán a rompen el hábito y empezar a ser más productivo:
- Escribir lo que tienes que hacer. Ver la tarea escrita, de un modo tangible, ayuda a verla como algo más real y menos fácil posponer.
- Comprende tus sentimientos. El miedo suele jugar un papel importante en la dilación. Identifica la razón principal por la que estás procrastinando y trata con la raíz del problema.
- Divide la tarea en segmentos manejables. Solemos decir que “el elefante se come por partes”. Cualquier gran proyecto lo puedes convertir en pasos más pequeños y más fáciles de vencer. Puedes dejar de dilatar un proyecto si ves más asequible comenzar dando pequeños pasos que te lleven a la meta final.
- Reconocer la dilación en el inicio. Presta atención a la vocecita en tu cabeza tratando de convencerte de posponer algo. Si te descubres a ti mismo pensando, “no tengo ganas de hacerlo ahora,” o “Ya me ocupo más adelante”, resiste esas ganas de procrastinar y pasar al menos unos minutos trabajando en esa tarea.
- Retira cualquier cosa de tu alcance que pueda distraerte. Es imposible eliminar interrupciones, pero puedes resistir la distracción eliminando cualquier cosa que sabes que te tentará. Esto incluye televisión, radio, móvil, sitios de redes sociales, Internet, correo electrónico, notificaciones, etc.. Establece una cierta cantidad de tiempo (una hora, media o dos) durante la cual vas a apagar o estar lejos de estas distracciones.
- Recompénsate al finalizar. Ya sea la totalidad del proyecto o un segmento de una tarea mayor, retrasa la gratificación hasta que lo hayas completado. Si te apetece una taza de café o un aperitivo, decirte a ti mismo que no lo puedes tener hasta que hayas alcanzado ese hito que te has marcado del proyecto o hayas terminado totalmente.
Si te descubres a ti mismo procrastinando a menudo, piensa que no estás solo. A veces es más fácil pasar a la acción de la mano de un profesional. Si estás dudando, ponte en contacto con nosotros sin compromiso y seguro que podremos ayudarte
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¡Hasta la próxima!
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